7/27/2020 0 Comments RESILIENCIADado el contexto universal de hoy, nos parece necesario e imperioso, continuar reflexionando en torno al concepto resiliencia, puesto que se requiere de la convicción y claridad de que no se trata solo de una palabra que escuchamos con mayor frecuencia en estos días y que resuena como eco de moda. Por el contrario, aprender y comprender su significado adquiere especial relevancia, cada vez que la adversidad arrecia, sea en cualquier época, para cualquier persona, en cualquier cultura .
Hacer consciente y desarrollar esta capacidad, permite certeza y seguridad de que tendremos la fuerza y voluntad para partir de nuevo. Que la esperanza de que saldremos más fortalecidos en el sentido de humanidad, es una realidad posible. Tanto las Ciencias Sociales como física, el arte, el idioma, Etc., se han detenido directa e indirectamente a explicar la belleza del concepto, el cual como tal, es relativamente nuevo en el idioma, a pesar de que. como capacidad, existe desde tiempos inmemoriales : “Esta palabra no se encuentra en los diccionarios castellanos, aunque se usa mucho en física y en ciencias sociales. El vocablo nos llegó desde el inglés resilience para expresar la capacidad de un material de recuperar su forma original después de haber sido sometido a altas presiones; en esa acepción, equivale a la cantidad de energía que un material es capaz de almacenar cuando la presión lo obliga a reducir su volumen, y se expresa en julios por metro cúbico. El psiquiatra infantil Michael Rutter (1970) y el neurólogo, psiquiatra y etólogo francés contemporáneo Boris Cyrulnik, inspirados en el concepto físico, introdujeron el término en psicología para denotar la capacidad de las personas de superar tragedias o acontecimientos fuertemente traumáticos. Cyrulnik, cuyos padres judíos fueron asesinados por los nazis, estudió la capacidad de recuperación de los sobrevivientes de los campos de concentración y de niños criados en orfanatos. Resiliencia es una de esas palabras de origen latino que, curiosamente, nos han llegado a través del inglés, en este caso, del vocablo resilience, que a su vez se derivó del latín resilio, -ire ‘saltar hacia atrás’, ‘volver de un salto’, compuesto a su vez por el prefijo re- y el verbo salire ‘saltar’. (http://www.elcastellano.org/) Entonces, es desde este concepto, como seres intrínsecamente resilientes, desde donde nos mantenemos confiados, enhiestos y expectantes, para cuando nos volvamos a encontrar en el saludo afectuoso, el que en un principio quizás será a cierta distancia física, pero con toda la cercanía fraterna y cargado con la alegría, la esperanza y el cariño, que hemos guardado durante este tiempo, para entregarnos sin pausas, ni micrófonos, si no en vivo y en directo.
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